Mi crítica a O Son do Camiño 2019.
Pros y contras del festival del Monte do Gozo


Hola, festivaleros.

Retomo el blog en pleno verano (aunque el tiempo en A Coruña indique lo contrario) y eso es sinónimo de festivales. Yo tengo que admitir que no soy una habitual en ellos, pero este año me lancé en O Son do Camiño y hasta me  quedé a dormir en su Glamping, sí, sí, Glamping, que no camping. ¿Queréis conocer qué tal la experiencia? Pues ya sabéis lo que toca, leer hasta el final mi crítica del que en solo dos ediciones se ha convertido en uno de los festivales más potentes en Galicia.


¿Qué preferís antes la parte buena o la mala? Siempre que me hacían esa pregunta respondía que la mala, por eso de quedarme con el buen sabor de boca, así que será lo que haga en este caso.


Contras


  • Cortes imprevistos en los accesos


Entre las peores cosas de O Son do Camiño a mi entender es que no acaban de solucionar el tema del acceso. Creo que con la intención de evitar lo que sucedió en 2018, este año (con buen criterio)y salvo el miércoles cerraron al tráfico la carretera principal, la rúa das Estrelas, incluyendo taxis y buses lanzadera, que en esta edición te dejaban en San Lázaro. Esto suponía ir andando desde ese punto hasta el festival, unos 15 o 20 minutos a pie. Hasta ahí todo bien, aunque quiero pensar que habría alternativas para personas con problemas de movilidad. El problema es que durante ese recorrido a pie no había una sola señalización. Supongo que si la dirección es hacia el festival y en hora punta, no hay más que seguir a la marea de gente, pero ¿y si lo haces en dirección regreso, como me sucedió a mí el domingo? Pues que Google maps será tu mejor aliado porque no verás ni un alma para que te indique y para entonces la carretera ya estará reabierta al tráfico.


Además, no hay que olvidarse de la gente que dormía en el camping. Para ellos la organización habilitó un acceso por otra carretera, por la calle de San Marcos, con el objetivo de acercar los coches al área de acampada, descargar y marcharse. ¿Qué paso cuando nosotros lo hicimos el viernes? ¡Sorpresa! También habían cortado ese acceso, aún hoy no sabemos por qué. Deduzco que por seguridad pero no proporcionaron alternativas. Por tanto, no quedaba otra que subir andando hasta la zona del camping cargados con las mochilas ¡Y menos mal que nosotras no llevábamos muchas cosas!


  • Falta de señalización


Y seguimos con la falta de señalización, pero esta vez con más delito, ya que hablo del camino entre el área de descanso y los conciertos. Es verdad que una vez que conocías el recorrido, no tenías problema en repetir, pero la primera vez nada te indica la dirección al festival. ¡Y no preguntes al personal! Nadie tiene ni idea, así que te toca ir intuyendo en base al rumbo de la gente y la orientación. Un error grave de la organización.

Imagen del camino de vuelta desde el festival a la zona de descanso. Decidme si no parece Walking dead


  • Pocos contenedores de basura


En general, creo que se necesitaban más contenedores tanto en la zona de conciertos como de descanso. Sé que se instalaron muchos en la zona reservada para comidas, pero aún así no eran suficientes y pronto estaban a rebosar. O bien se instalan más para el próximo año o se realiza una recogida a mediodía. Lo mismo sucedió en la zona del Glamping, aunque en general la gente era bastante correcta y tiraba los desechos a la papelera, estas estaban completamente llenas y la basura se acumulaba en el entorno durante días.


  • Decepción con las cápsulas japonesas


Y ya que estamos en el Glamping, me toca hablar de la mayor decepción que te encuentras según entras en el recinto, las famosas cápsulas japonesas. ¡Madre mía qué miedo! Lo que en la web te vendían como un auténtico lujo (de hecho costaban 590 euros) resultaron ser unos nichos en un camión. Sí, sí. Me sorprendió lo cutres que eran. A ver, es cierto que ya te avisaban de que son tres metros cuadrados, pero claro, hablaban de aire acondicionado, cargadores USB, caja de seguridad… Seguro que todo eso es cierto, pero de verdad que se ven de muy mala calidad, como los colchones del interior, y el hecho de estar dentro de un tráiler a mí no me deja de impactar.


Pros


  • Enchufes en el Glamping


¿Pasamos ya a lo bueno? Venga que no se desanime la empresa organizadora del Glamping porque la realidad es que me ha encantado. No pensé que estuviera tan bien montado. Dudaba de si sería un timo pero lo cierto es que creo que está muy bien calidad-precio. Las tiendas están organizadas por calles, cada equis metros hay una carpa con bancos como zona común y preparaos: ¡con enchufes! Ingenua de mí que me llevé cargadores portátiles y no tenía claro que iba a hacer sin batería en mi móvil y al final había electricidad. Es verdad que siempre estaban a tope, pero bueno, toca esperar cola para lograr un enchufe libre. Por no hablar de las tiendas para grupos, que molaban un montón. Si vais en pandilla, pensaos el alquilarlas.



  • Baños en muy buen estado


Otro punto a favor son los baños. A lo mejor los que ya habéis estado en otros eventos en el Monte do Gozo lo sabíais pero yo no. Los baños de la zona del Glamping (en el camping no sé cómo los montaron) no son móviles, sino construcciones de cemento. Por tanto, hablamos de baños con todas las comodidades: duchas, baños siempre con papel higiénico, lavabos de nuevo con enchufes… Aquí fue donde noté que era novata en estos asuntos. Allí estaba yo con mi gorra para evitar los pelos de loca tras despertarme en una tienda de campaña, mientas las adolescentes se aderezaban con secador, planchas y purpurina mientras cargaban sus smartphones. No me volverá a ocurrir.

Y en la zona de conciertos tampoco hubo queja. Claro que había que esperar colas, no entiendo a la gente que se quejaba por ello ¿Qué esperaba en un evento con unas 30.000 personas? Pero es verdad que había muchos baños, que las colas iban rápidas y que es un plus que durante todo el día y toda la noche haya personal en la puerta repartiendo papel higiénico. Además eso disuade a los que quieran hacer lo que no deben.

  • Puntualidad (en general) en los conciertos


Otro punto positivo para O Son es que, en general, cumple bastante bien los horarios. Es verdad que hubo cambios de última hora en la programación de los conciertos, pero entiendo que esto será relativamente normal en los festivales (corregidme los expertos) y que estará relacionado con los artistas ¿no? En todo caso, a lo que yo me refiero es a la puntualidad del inicio de las actuaciones, que solía ser muy buena. Y como siempre tiene que haber una excepción que confirme la regla, en este caso fue Black Eyed Peas, que se retrasó una media hora durante la que nos dejó a solas con su dj. En su defensa diré que compensaron su retraso. No daba un duro por ellos y menos después de escuchar sus voces tras la primera canción, pero admito que después montaron una buena fiesta en el Monte do Gozo de Santiago. 


  • Descubrimiento de músicos gallegos


Y para terminar mi crítica, toca hacer patria. Así que entre las cosas que me gustaron están los descubrimientos de grupos gallegos. Uno de ellos es Baiuca, que mezcla canciones folk tradicionales con sonidos electrónicos, y otro, que creo que podría ser más apto para todos los gustos, es Familia Caamagno, un grupo de pop y rock and roll en gallego ya consolidado (fue creado en 2010) que me recuerda a los buenos tiempos del Xabarín Club. Entre mis canciones favoritas está  Surfistas nazis, que causan terror en la playa de A Lanzada.

Por último no me puedo olvidar del gran showman Ortiga del que me declaro oficialmente fan. Todo un descubrimiento que además podréis ver en otras citas este verano como el Festival de la Luz o este mismo martes en el Atlantic pride, el Orgullo de A Coruña. No sé bien cómo definir su estilo es una especie de Ross Geller delante de su teclado (los seguidores de Friends me entenderéis) con música pachanguera de sesión vermú. Juzgadlo por vosotros mismos:


Hasta aquí este mega post que creo que logra compensar el tiempo que he estado sin actualizar el blog ¿no? Ahora quiero que seáis vosotros los que me contéis vuestras opiniones ¿Coincidís conmigo en las percepciones? ¿Qué creéis que falló en O Son do Camiño y qué fue lo mejor?

¿Sois habituales en los festivales de verano? Pues los expertos, aquí os quiero ver para que me contéis qué toca mejorar. Gracias por haber llegado al final del texto y muy pronto os veo aquí de nuevo con un post muy chulo que ya tengo pensado. ¡Saludos veraniegos!

Comentarios

  1. El post es muy interesante, y es que es cierto, que en este tipo de festivales suele haber puestos de carga a parte del glamping para el resulto de asistentes donde puedes cargar el móvil, a la vez que guardan sus pertenencias en taquillas de forma segura.

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    1. Sí, ahora los festivales están preparados para todo. En ese momento no recuerdo que tuvieran ese servicio.

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