¿Sois de los añoráis los sabores de la fruta de antes? ¿Os encanta ir a la aldea para recolectar verduras de verdad? ¿O sois tan urbanitas que no tenéis ni dónde conseguir patatas y grelos de casa? Labrega Natura ha decidido poner remedio a esto creando un mercado de proximidad en A Coruña. Pero seguro que muchos aún no sabéis qué es eso de los productos de proximidad, pues como su nombre indica, se trata de alimentos producidos en municipios del entorno y que, por tanto, no necesitan recorrer miles de kilómetros hasta llegar a nosotros. Esto favorece a los productores locales, al medioambiente porque se reduce la huella de carbono y a los propios clientes porque compramos alimentos de calidad gallega en lugar de los que vienen del otro lado del mundo. Y son estos productos los que podemos encontrar cada martes en un mercado alternativo en San Agustín, junto a los puestos de la plaza de abastos tradicional.
"Somos emprededores de la zona, agricultores que nos fuimos conociendo poco a poco y así hasta formar la asociación", declara Paula, de A Castrexa. La asociación de la que habla esta coruñesa de nacimiento pero adoptada por Cecebre, se llama Labrega Natura y está compuesta por agricultores de la provincia y el entorno (Cesuras, Malpica, Carral, Betanzos, Irixoa, Cambre, Bergondo, Laracha, Carballo, Mesía, Carnota…) que cada martes se reúnen en A Coruña. "Elegimos esta ciudad porque es el único sitio en el que no había un mercado de agricultores", explican.
Empezaron la primera semana de diciembre en la entrada del mercado y ahora se han trasladado a la primera planta. Desde entonces, no solo se han hecho con clientes fijos, sino que han incorporado novedades como talleres y charlas divulgativas y cada semana sortean entre los clientes una cesta de productos. Precisamente los productos son el gran valor de este mercado porque son naturales y "da casa", no se puede hablar de ecológicos porque no todos tiene el sello del Craega (Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica), pero sí tienen el sabor propio de la tierra.
En los precios encontramos debate. Los productores dicen que no son más caros que en el mercado tradicional y que depende de la época del año en la que esté el producto. El secreto está en que se trata de venta directa entre productor y consumidor, sin intermediarios como sucede en las tiendas ecológicas que -admiten- “costa o doble”. Pero, lo importante es que "sabe a fruta", insisten. También sus clientes lo confirman, como Mónica Álvarez, que se enteró de este mercado alternativo por Facebook: "Es una iniciativa muy buena y la debería haber en más plazas". Mónica asegura que en el sabor se nota la diferencia pero ella destaca la cuestión social: "Me aseguro de que mis naranjas son de aquí y no de China".
Mauro, de Ecolleita, destaca lo fresco que vienen los productos: “Recoges las nabizas a primera hora y las traes para aquí, sin cámaras frigoríficas de por medio, y eso se nota porque aguantan más tiempo”. Y de eso, Mauro sabe un rato, porque este joven estudió frío industrial pero acabó trabajando en una huerta. Asegura que no lo cambia por nada. No es el único caso de joven que ha puesto en marcha su propia empresa en el rural. Labrecos es otro caso similar: "Fixemos un curso de agricultura, gustounos e como sempre nos tirou…", explican. Ahora tienen su propia empresa desde hace un año. Algo debe de tener el campo que muchos vuelven a él: "Nacín e traballei no campo de pequeno e agora volvín a el hai uns 9 anos", dice Peio da Horta do Sacho de Bergondo.
Desde la asociación destacan además que no suponen una competencia directa para la plaza de abastos de San Agustín porque no tienen la misma oferta: "Nosotros no tenemos grandes cantidades y solo contamos con productos de temporada, uno trae repollos y otro kiwis, lo que tenga". Así, entre todos estos pequeños productores (unos 20 o 30 agricultores en unos 11 puestos), se pueden comprar habas, puerros, espinacas, zanahorias, fruta… Todo lo que se puede dar en Galicia y de temporada. Como dicen ellos, "o que haxa". Hasta un mix de ensalada, para competir con las bolsas de los súpers que lleva rúcula y escalora, entre otras.
Pero no solo hay productos recién salidos del campo, sino también transformados. Es el caso de los zumos, sin conservantes ni azúcares, y mermeladas de A Castrexa o las empanadas de Leiralonga con combinaciones tan llamativas como algas y calabaza. La porción cuesta 2,5 euros y una entera sobre 25 euros. Cada quince días también acude a San Agustín O Forno das Candeas para ofrecer su pan de castañas que, al parecer, tiene mucho éxito.
Bueno, y ahora os preguntaréis ¿Y tú lo has probado? Pues sí, patatas, que necesitaba en aquel momento, fruta deshidratada y, lo que más me gustó fue el zumo natural de manzana. Me costó 3 euros, pero estaba muy sabroso y además te viene con una botella de cristal reutilizable, nada de plásticos o bricks.
Si queréis probar, entre las ventajas del mercado es que está de mañana y tarde. ¿Vosotros sois de productos ecológicos? ¿Conocíais este nuevo mercado? Si al final os animáis a comprar, contadme qué os ha gustado, para probarlo la próxima vez.
Saludos y gracias por vuestros comentarios.
Y una duda ¿estos Srs. pagan por sus puestos como el resto de placeros y te dan factura/ticket?
ResponderEliminarPues sé que los puestos cuentan con autorización municipal, pero dudo que paguen como el resto de placeros dado que sus puestos no son fijos y no están todos los días. En cualquier caso, supongo que si le pides factura te podrán dar una como cualquier otro negocio y si no es así, debería responsabilizarse cada empresario de forma particular. Muchísimas gracias por tu comentario y darnos otra perspectiva, G. Anceis.
EliminarMe soprendió esta entrada aunque no fuera lo que andaba buscando (trabajo en servicio técnico de neveras.) No conocía la receta, me la guardo en casa para hacerla con los peques.
ResponderEliminar¡Gracias!!!
Un saludo,
Federico
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